ENCARGO FINAL…
Ir a nuestras
comunidades y compartir con gozo y entusiasmo la vivencia, las palabras y
decisiones de estos días…
La primera palabra al
término de este X Capítulo Provincial damos gracias a Dios porque hemos
experimentado su presencia, siempre cercana, acompañándonos. Creo que en
general, salvando los pequeños conflictos que a veces genera la diversidad de
visiones, por otra parte tan normal en cualquier grupo, se ha vivido un
ambiente de familia, libertad y confianza, Gracias a Dios! Podemos sentirnos
gozosas de ello. Creo que, aunque falta camino por recorrer hemos avanzado en
la capacidad de expresarnos, escucharnos, dialogar… Sin duda la oración de
tantas hermanas y hermanos, sobre todo de nuestras comunidades, que se nos ha
hecho presente, ha tenido también parte en este ambiente positivo.
Agradezco a todas y
cada una, la presencia, participación, apoyo, actitud de acogida y
colaboración… y especialmente al Gobierno saliente, y quiero recordar
particularmente a Chony, el trabajo de la preparación, detalles compartidos,
las liturgias preparadas, la ambientación del lugar…
Particularmente
agradezco, en nombre de todas, a las hermanas que con su trabajo en las
diversas comisiones nos han hecho más fácil el camino. Muy especialmente a la Secretaria del Capítulo
y su ayudante, pues sabemos lo exigente que es este servicio, y a la comisión
redactora.
Estas palabras
finales, que me gustaría compartan en sus comunidades, son sobre todo una tarea a la que las invito. Quiero
recordar y encomendarles con interés lo siguiente:
La segunda palabra es
recordarnos que la dimensión institucional de la Reestructuración,
en la que estamos embarcadas, es el final de un proceso que comienza y sólo es
posible a partir de la reestructuración personal, y del entusiasmo con el que
el Gobierno Provincial anime este caminar.
Las instituciones
existen en las personas que las constituyen… ¡Comprometámonos YA! en ese camino
personal, no perdamos el tiempo las unas por las otras. Demos nosotras nuestros
pasos… Desmontemos nuestra mentalidad, afectos, valores, criterios, intereses,
para colocarlos en la dirección evangélica, en el estilo de Jesús…
Otra importante
palabra es de animación:
Ø a pedir al Señor que
nos conceda la FE viva,
(no la demos por supuesta, por favor) una fe personal, saber de quien nos hemos
fiado… Confiemos en Aquel que siempre nos ha sido fiel y a quien hemos
entregado la vida… y ahora con mayor conciencia entreguémosela de nuevo…
Ø a trabajar seriamente
por centrarnos en Cristo… Centrarnos
en el Dios que nos habita y que habita en los otros, las hermanas, la
realidad, la historia… Hagámonos conscientes de que en ÉL vivimos, existimos…
Centrarnos en SU presencia en nosotras y en los otros nos da la posibilidad de
ver las cosas, de comprender las personas, de una manera completamente diversa…
más verdadera, más como realmente Dios la mira y la ve…
Ø a no dejar ningún día
el encuentro con Él en su Palabra.
Para poder configurarnos con Cristo necesitamos acercarnos, darle tiempo… sin
darle tiempo no lo podemos conocer, ni amar, ni seguir, ni configurarnos…
Ø a “descentrarnos” de
nosotras mismas; dejemos la preocupación excesiva por nosotras mismas, gafas con las que miramos a la realidad,
a las hermanas, a la misión… y la deformamos… Dejemos de mirar los límites
ajenos, porque, con frecuencia, eso nos impide ver la verdad de lo que son…
Dejemos de mirar a los demás para comprobar lo que no hacen cómo, cuándo, dónde
yo creo que lo deben hacer… Nosotras no somos la medida de los demás, que la medida, la referencia es Cristo, su misión en la que todas
colaboramos… y las necesidades de tantos hermanos!!!
Ø a trabajar, hacer ejercicios de
apertura, escucha, acogida, de diálogo… Pidamos al Señor que nos conceda estas actitudes imprescindibles para nuestra
capacidad de relación con El y los hermanos… Y permanezcamos en ÉL… a la espera de
la acción del Espíritu sin desanimarnos…
Porque solo desde
CRISTO es posible
·
Vivir la pobreza evangélica como fundamento
de nuestra vida y misión
·
Integrar la acción y
la contemplación
·
Realizar nuestra propia
sanación e integración personal que posibilita vivir como familia con un solo
corazón
Plasmemos en un Proyecto personal y comunitario, no
importa la técnica, aquello en lo que debemos trabajar para realmente centrar
la vida, la personal y la comunitaria, en Él. Busquemos juntas aquello a lo que como comunidad nos comprometemos para que
realmente nuestras comunidades sean humanizadoras, apostólicas y misioneras. No
olvidemos integrar las decisiones que como X Capítulo hemos tomado.
Al nuevo gobierno
provincial le pido, que por encima de todo trabaje por crear comunidad y comunión entre ellas y que continúen y amplíen y profundicen la
reflexión y el trabajo interprovincial, a todos los niveles posibles.
Procuren salvar los obstáculos en el diálogo y no dejen de buscar entre los dos
gobiernos las mejores respuestas a las necesidades que irán surgiendo.
La última Palabra es
la de Dios… que en la liturgia de este tiempo no puede ser más esencial y
motivadora… La
Palabra se ha humanizado, hecho carne, y es Vida y
Luz… Por Cristo Jesús llegó el Amor y la Fidelidad…
habita entre nosotros y nosotros hemos visto su gloria… Y… lo que hemos
oído, lo que hemos visto… lo que nuestras manos han palpado del Verbo que es la Vida, porque la Vida se ha manifestado… DE
ESO DAMOS TESTIMONIO… ESO OS DAMOS A CONOCER…
Solo si
experimentamos, oímos, vemos, palpamos la Vida, la Gracia, la Compasión de Dios que se ha hecho Carne, podemos ser
testimonio.
Y solo si somos
testimonio seremos significativas.
Así de simple…
María Soledad Galerón
Pozuelo, 3 de enero de 2012