domingo, 31 de marzo de 2013

¡ES VERDAD EL SEÑOR HA RESUCITADO...!


“¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?
Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, que decían:
¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!
Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan” (Lc 24,32-35)


¡Emaús! ¿No será también alguna vez nuestra aldea particular, nuestra aldea personal...? Cuando las ilusiones caen, cuando la flojedad y la rutina se instalan en nuestras vidas, es el tiempo en que caminamos hacia ¡Emaús! ¿Quién de nosotros, personalmente, no ha tenido sus momentos de decepción, de desesperanza, de zozobra, cuando la fe se borra en el horizonte de nuestras vidas? “¡Nosotros esperábamos!” dicen estos dos peregrinos que caminaban hacia Emaús la mañana misma de la Resurrección, precisamente en el momento en que todo tenía que estallar de júbilo, de alegría de ilusión y de esperanza... ¡Nosotros esperábamos...! es un pasado, no un presente.Pero hay un día en nuestra vida, ¡lo tiene que haber! que el caminante se nos hace presente a través de múltiples formas... y nos hemos dicho ¿No ardía nuestro corazón...? Es el encuentro con el Resucitado el que puede cambiar nuestro corazón y puede transformar nuestras vidas.


¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!